Es una receta tradicional, que descubrí hace algunos años por casualidad y desde que un día decidí hacerla, se convirtió en una de esas recetas que haces para dar un pequeño capricho a tu familia.
La receta original se hace con huevos de gallina pero salen muy grandes y son más complicados de trabajar, para mi gusto y yo los he sustituido por huevos de codorniz.
Esta receta de huevos es la preferida de mi hijo, porque lleva huevo y bechamel, dos cosas que le encantan, juntas o separadas.
La mezcla de las dos cosas queda genial, con un sabor increíble y cuando lo abres y sigues teniendo la yema liquida, ¡¡¡Riquísimo!!!
Os habréis dado cuenta de que a mi también me encantan.
Yo los acompaño con unas patatas fritas o asadas y un poco de lechuga bien finita y tienes una cena genial o acompañados de una sopa y segundo plato perfecto
¡Vale ya os cuento la receta! ¡Se que estaréis deseando hacerla!
Ingredientes:
8 Huevos de codorniz
Para la bechamel:
Utilizamos la receta de bechamel para croquetas, que es un poco más consistente que la encontrareis aquí
Para rebozar:
2 Huevos
Harina
Pan rallado
Preparación:
Hacemos la bechamel y la repartimos en dos recipientes planos previamente untados con un poco de aceite, para que nos sea más fácil de despegar. Procuraremos que el grosor no sea superior a 1/2 centímetro, dejamos enfriar en el frigorífico una media hora, porque la tendremos que formar con las manos y si está muy caliente es imposible.
Mientras que esperamos hacemos los huevos, yo prefiero hacerlos a la plancha, pero si quieres hacerlos fritos
también vale. En ese caso ponlos sobre papel absorbente para retirar el exceso de aceite. Lo más importante es que las yemas queden poco hechas y no estén rotas, para que cuando los partamos éstas se rompan y estén perfectas a la hora de comer.
Para rebozar, preparamos un plato con un par de huevos batidos, un plato con harina y otro con pan rallado
Cuando ya tengamos la bechamel fría, cortamos unos círculos con la ayuda de un cuchillo o un cortapastas, un poco más grande que las dimensiones del huevo.
Nos enharinamos un poco las manos y cogemos una de las porciones de bechamel que hemos cortado, sobre ella ponemos el huevo y cubrimos con otra porción de bechamel, presionamos un poco los bordes para que se sellen. Pasamos por harina, huevo y por ultimo por el pan rayado, hacemos lo mismo con todos los huevos.
Ponemos una sartén con abundante aceite al fuego. Cuando esté bien caliente, añadimos una o dos y vamos friendo hasta que estén doradas. Tened cuidado al darle la vuelta para que no se rompan.
Ponemos sobre papel absorbente para quitar el exceso de aceite y listas para comer, acompañadas de una ensalada o unas patatas fritas
Bueno, ya sólo nos queda coger el tenedor y tomarnos este exquisito plato.
Espero que os guste tanto como a nosotros.
Recordad que ya me podéis seguir en facebook, en la pestañita que veis abajo o buscando la página “Con el delantal de rayas