Este es el plato que comemos normalmente para Nochevieja, pero también es perfecto para un día en el que tengamos una celebración, o simplemente que nos apetezca darnos un capricho.
Hoy son bastante fáciles de encontrar frescas o congelados y a veces están bastante bien de precio.
A nosotros nos encanta. El que se encarga de esta receta es mi marido, por lo que me limito a escribiros lo que me dicta.
Las ventajas de este plato, son que lo tienes que preparar con antelación, asi que no necesitas preocuparte de hacer nada durante la comida, porque debe estar frio, su sabor es genial y la presentación de lujo.
Lo único que necesitas es una poca de paciencia para limpiar las centollas, pero el resultado merece la pena.
Os cuento
Ingredientes para 4 personas:
2 Centollas
Agua
70 gr. Sal
Salsa rosa
Preparación:
Cocemos las centollas, para ello tenemos que tener en cuenta si son o no congeladas y el peso de cada una.
Para una centolla de 500gr son 15 minutos, por cada 100gr más de peso es solo un minuto más.
Si es congelado, partiremos de agua fría. Las pondremos en una olla, con dos litros de agua y con la sal, removemos muy bien, para que se disuelva la sal y ponemos al fuego. Añadimos la centolla y cuando comience a hervir la dejaremos cocer durante unos 15 minutos.
Si son frescas, partiremos de agua hirviendo con su correspondiente sal y dejaremos cocer los mismos 15 minutos, desde que el agua comience a hervir.
Es mejor cocer una a una, puedes controlar mejor su cocción.
Las escurrimos y dejamos enfriar con las patas hacia arriba para que no pierda los jugos del interior.
Lo primero que haremos es levantar la cola, que en ocasiones tiene bastantes huevas que retiraremos con la ayuda de una cuchara e iremos reservando en un bol.
Continuaremos separando con cuidado el caparazón o carro de las patas y del cuerpo central y vamos sacando al bol toda la carne, abrimos las patas con la ayuda de unas pinzas y sacamos también toda la carne que podamos y reservamos.
Cuando tengamos las centollas vacías, lavamos los caparazones y los secamos muy bien.
En el bol que tenemos la carne de la centollas, añadimos 2 o tres cucharadas de salsa rosa, dependiendo de la cantidad de carne que hayamos extraído, mejor de primeras quedarse un poco cortos, luego siempre podemos añadir una poca más. Mezclamos con cuidado y rellenamos con la ayuda de una cuchara los caparazones ponemos sobre un plato y listo para comer.
-No seais demasiado estrictos. El ojo y la práctica son una buena guía en esto de cocer mariscos, ya que los tiempos dependen mucho de la cantidad de agua utilizada, la fuente de calor y otras circunstancias.
Servir y disfrutar
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