Este entrante es ideal para cuando tenemos los niños pequeños, no solo porque a ellos le encante, sino porque lo pueden hacer ellos mismos y de esta forma pasamos con ellos un rato divertido y veras que orgullosos se sienten de haber cocinado.
Los ingredientes son mínimos y es súper fácil de hacer.
¡Vamos a cocinar!

Ingredientes:

1 Hoja de hojaldre
4 o 5  Lonchas de queso, de media curación
4 o 5 Lonchas de chorizo
1 huevo

Preparación:

Extendemos el hojaldre sobre una superficie lisa y lo estiramos un poco con la ayuda de un rulo de cocina o con un vaso largo.
Cortamos en tiras de unos 6 centímetros aproximadamente. Batimos el huevo y lo pasamos por un colador.
Cortamos el queso en bastoncitos de 1 centímetro y con las lonchas de chorizo hacemos unos rulitos que iremos poniendo en el centro de las tiras de hojaldre.
Con la ayuda de una brocha pintamos con el huevo el borde más largo del hojaldre y colocamos los tacos de queso en la mitad de las tiras de hojaldre y los rulitos de chorizo en los restantes. Enrollamos el hojaldre desde la parte que no tenemos pintada, hasta que tengamos un rulito pequeño. Procuramos que se quede bien cerrado también por los bordes.
Hacemos lo mismo con todas tiras.
Con la ayuda de la brocha pitamos con huevo todos los bastoncitos.
Yo los he cortado a la mitad, porque mis invitados eran pequeñitos, pero vosotros podéis dejarlos enteros, quedan más bonitos.
Para diferenciarlos, a los bastoncillos de queso podemos rociarlos con un poco de sésamo y los de chorizo con orégano o tomillo seco.
Los ponemos sobre papel de horno y con éste previamente precalentado los introducimos el tiempo y la temperatura que nos  diga el fabricante.
Transcurrido este tiempo los sacamos del horno, los dejamos enfriar y listos para comer.

Podéis rellenarlos con lo que más os guste, queso Brie, jamón de York, etc.

Servir y disfrutar

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