Esta receta la quiero recomendar especialmente para todos los que tengáis niños, ellos os pueden ayudar ha cocinarla porque toda la preparación se hace en frío y no hay ningún peligro, además de ser muy fácil de hacer, y es una buena forma de pasar un buen rato con ellos. Los ingredientes que lleva les gustan a todos y este pastel se toma frío, por lo que al prepararlo con antelación es ideal para el verano, para tomarlo en casa o llevarlo a casa de unos amigos. Os cuento como hacerlo.
Ingredientes: Estos son aproximados dependiendo del molde que usamos
300g de jamón de York
200g de queso en lonchas
8 o 10 rebanadas de pan de molde
2 o 3 Huevos
100ml de Nata o Leche evaporada
Mantequilla
Sal
Pimienta
3 Cucharadas de Azúcar
Preparación:
En un bol batimos los huevos e incorporamos la leche evaporada (o la nata), sal, pimienta y mezclamos muy bien. Preparamos un molde rectangular y resistente al horno, lo untamos con mantequilla y lo primero que hacemos es forrarlo con el jamón de York , es mejor que sean lonchas grandes. Ponemos las lonchas de forma que cubran la base y sobresalgan por la parte superior y así vamos superponiendo las lonchas hasta que tengamos el molde totalmente cubierto. Para la siguiente capa cogemos 2 o 3 rodajas de pan de molde, al que previamente hemos quitado la corteza o lo compramos del que ya viene sin ella. Lo calamos en la mezcla de huevo y nata bastante, con cuidado de que no llegue a romperse, y los colocamos en el molde sobre el jamón de York. Tendremos que ajustarlos al molde para que la capa quede plana pero bien cubierta, siempre tendremos que cortar alguna rebanada. Después colocamos una doble capa de jamón de York y sobre ella una capa de queso y volvemos a comenzar, pan de molde calado, jamón de York y queso. Así sucesivamente hasta que cubramos el molde.
Por eso no os doy las cantidades exactas, porque estas dependerám del molde que usemos.
Cuando hayamos terminado, finalizamos con una loncha de jamón de York y doblamos las que hemos dejado fuera para que se forme como un paquete. Antes de hornear le ponemos un trozo de papel de aluminio, para que no se queme.
Lo metemos al horno previamente calentado a 180º durante 25 o 30 minutos. Para comprobar que esta hecho podemos pincharlo y si el palillo o cuchillo sale seco es que está listo.
Dejamos enfriar y mientras tanto preparamos un caramelo claro. En un cazo pequeño ponemos un poco de agua y el azúcar, lo ponemos a fuego medio y esperamos que se haga, lo mejor es que no lo muevas y si tienes que añadirle agua hazlo con mucho cuidado.
Desmoldamos y rociamos el pastel con el caramelo, dejamos que se enfríe un poco y conservamos en el frigorífico hasta que vayamos a servirlo, podemos acompañarlo con un poco de ensalada.
Servir y disfrutar