Esta receta siempre resulta exquisita sobre todo a los amantes del queso, como sucede en mi casa. La mezcla de sabores es deliciosa, la carne tan delicada, la nata con su suavidad y cremosidad y el roquefort, con ese sabor tan característico y delicioso. Qué te voy a contar, un placer para el paladar.
Si aun no lo has probado no dudes en hacerlo. Tendrás un éxito asegurado.

Ingredientes para 4 personas

2 solomillos
250 g de nata para cocinar
100 g de roquefort
Sal
Pimienta

Preparación

En un sartén con unas cucharadas de aceite, sellamos los solomillos y salpimentamos, cortados previamente en medallones. La carne tenemos que dejarla poco hecha, porque luego tenemos que calentarla junto con la salsa. Cuando estén sellados retiramos y reservamos.
En la misma sartén incorporamos un cucharada de mantequilla, la nata y una pizca de sal y cuando haya cogido temperatura. Añadimos el roquefort, removemos con cuidado hasta que este quede disuelto, probamos de sal.
La nata no debe de hervir poner la hornilla ha fuego medio bajo 4 o 5 en vitrocerámica.

Tenemos que tener en cuenta que el roquefort es fuerte de sabor y tiene un punto de sal.
Si la salsa nos queda muy espesa, podemos añadir un par de cucharadas de leche.
Por último añadimos la carne durante unos minutos o hasta que todo tenga la misma temperatura y servimos inmediatamente.
Este plato lo podemos acompañar con unas patatas fritas a la paja y una ensalada fresca.

Servir y disfrutar.