Un día vi una receta de costillas asadas de una cocinera americana y me pareció que sería una buena idea darle un toque diferente a mi vieja receta, y de ahí salió esta. Cuando las hice y las puse para comer no les dije los cambios que había hecho. Después de que todos dijeran que estaba muy bueno les conté que llevaba una reducción de refresco de cola y todos se sorprendieron, porque el resultado es genial. Desde entonces ha pasado a ser una comida más de domingo. Anímate a probarlas, no te arrepentirás. Estas costillas tienes que buscarlas que tengan bastante carne, yo las compro en supermercados «Dani» y salen muy buenas. Aquí tenéis la receta.
Ingredientes (Para cuatro personas)
1 Costillar de cerdo
1 Refresco de cola de 330 cc
Sal
Pimienta
Tomillo
Romero
Una mezcla de finas hierbas
2 cucharadas de aceite de oliva
2 cucharadas de limón
Guarnición:
Preparación
Lo primero que hacemos es echar en un mortero la sal, la pimienta, las hierbas, el limón, el aceite y mezclamos bien, con ella untamos las costillas y dejamos macerar entre 15 y
30 minutos en el frigorífico.
En un cuenco vertemos un refresco de cola y lo dejamos reducir a fuego medio hasta que se haya consumido a la mitad.
Colocamos el costillar en una fuente de horno y lo introducimos al horno ya precalentado a 180º durante unos 45 a 60 minutos aproximadamente dependiendo del grosor del costillar.
Cuando hayan transcurrido 25 minutos, sacamos las costillas, les damos la vuelta y añadimos el refresco de cola ya reducido. Las dejamos en el horno el tiempo restante.
Podemos asar las patatas a la vez.
Antes de apagar el horno, a mi me gusta sacar las costillas del horno y con un cuchillo afilado y mucho cuidado corto las costillas, normalmente el dorado es perfecto en este tiempo pero por dentro están poco echas para mi gusto. Al partirlas y hornear unos 10 o 15 minutos más están perfectas. Se quedarán jugosas y no se quemaran por fuera
Acompañamos con las patatas asadas.
También puedes preparar una guarnición más ligera, unas verduras salteadas o a la plancha, unos espárragos, etc.
Servir y disfrutar